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Mapa del impacto de los nuevos aranceles de EE. UU. para los países en desarrollo

22 mayo 2025

Estados Unidos se está alejando de casi un siglo de reducción gradual de aranceles que había posicionado sus tasas entre las más bajas del mundo. En un contexto de medidas específicas por país, ¿cuán altos son los nuevos aranceles que enfrentan los países en desarrollo?

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Estados Unidos ha emprendido recientemente un giro en su política comercial, abandonando una trayectoria de casi un siglo de disminución progresiva de aranceles. Además, como potencia comercial y socio clave para el desarrollo, el país ofrecía esquemas preferenciales adicionales para apoyar las aspiraciones de desarrollo de las economías vulnerables.

Ante múltiples anuncios de política, exenciones, pausas y medidas específicas por sector y país, cabe preguntarse: ¿cuál es la magnitud real de los nuevos aranceles que enfrentan los países en desarrollo?

Entender los componentes de los nuevos aranceles estadounidenses

Estados Unidos está incrementando de forma sustancial sus aranceles a las importaciones provenientes de todos sus socios comerciales. El 2 de abril de 2025, anunció un arancel adicional universal del 10% sobre todas las importaciones, con entrada en vigor el 5 de abril, independientemente de los acuerdos comerciales o de los compromisos multilaterales en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC), o de esquemas preferenciales unilaterales para economías vulnerables (como la Ley de Crecimiento y Oportunidad en África – AGOA – o la Iniciativa de la Cuenca del Caribe).

Muchos países en desarrollo y países menos adelantados (PMA) podrían enfrentar aranceles superiores al 25%. Un nuevo sistema de aranceles específicos por país, diseñado para contrarrestar los déficits comerciales de Estados Unidos, implicaría que la tasa arancelaria media ponderada aumente del 2,8% a más del 25% en julio de 2025, cuando finalice la actual “pausa” de 90 días. Para 22 países en desarrollo – entre ellos siete países menos adelantados (PMA) y tres pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID) – la tasa superaría el 25%.

Los aranceles sobre ciertas importaciones procedentes de China podrían superar el 100 %. Los nuevos aranceles específicos por país anunciados para muchos socios comerciales debían entrar en vigor el 9 de abril, pero su aplicación se pospuso 90 días, hasta el 7 de julio de 2025. Mientras tanto, Estados Unidos ya había impuesto un arancel adicional del 125% sobre las importaciones chinas, que se sumaba a los aranceles vigentes conforme a la Sección 301 (Título III de la Ley de Comercio de 1974, denominada “Alivio frente a prácticas comerciales desleales”), así como a los derechos asociados a drogas ilícitas y a productos específicos. Estos aranceles permanecieron en vigor hasta el 13 de mayo de 2025.

A partir de esa fecha, Estados Unidos y China acordaron reducir los aranceles adicionales aplicados en abril. El arancel adicional sobre las importaciones chinas se redujo del 125% al 10%, con vigencia hasta el 13 de agosto de 2025. Como resultado, el arancel  promedio ponderado descendió de más del 100% al 46%.

Ni siquiera los países con acuerdos comerciales quedan exentos. México y Canadá – los dos principales socios comerciales de Estados Unidos – siguen sujetos a los aranceles previstos en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

Sin embargo, los productos que no cumplen con las normas de origen del T-MEC están sujetos a aranceles adicionales del 25%, en virtud de la Ley de Facultades Económicas en Casos de Emergencia Internacional (IEEPA en inglés), bajo el argumento de que contribuirán a combatir el cruce ilegal de fronteras y el tráfico de fentanilo.

Una vez levantados los aranceles vinculados al combate contra las drogas y la migración, los productos no conformes con el T-MEC enfrentarían un arancel del 12%. Algunos productos – como el potasio proveniente de México y Canadá, o los bienes energéticos de Canadá – están sujetos a un arancel adicional del 10%, en lugar del 25%.

Estados Unidos también amplió sus aranceles por motivos de seguridad nacional sobre el acero, el aluminio y los automóviles. Se restableció un arancel del 25 % sobre el acero, y se elevó del 10% al 25% el arancel sobre el aluminio para todos los países, incluidos los miembros del T-MEC.

Asimismo, se anunció un nuevo arancel del 25 % sobre automóviles y autopartes, citando riesgos para la seguridad nacional conforme a la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962. Los automóviles y autopartes que cumplan con las normas de contenido del T-MEC están exentos de este arancel, siempre que el importador certifique el contenido estadounidense y existan mecanismos adecuados para garantizar su cumplimiento.

Considerando todos estos factores, las tasas arancelarias medias ponderadas aumentarían al 8% para Canadá y al 14% para México.

Entender qué podría ocurrir tras la pausa de 90 días

Los países menos adelantados (PMA) y los países en desarrollo de Asia y Oceanía enfrentarían los aumentos arancelarios más pronunciados. Para los PMA, la tasa arancelaria media ponderada ya se ha más que duplicado, pasando al 16%, y podría aumentar aún más hasta alcanzar el 44%. Los aranceles de EE. UU. sobre las importaciones chinas se han elevado a una media ponderada del 46%. Pero incluso excluyendo a China, los aranceles sobre los países en desarrollo de Asia y Oceanía ya han aumentado al 13% y podrían llegar al 24% una vez finalizada la pausa de 90 días.

En términos relativos, América Latina y el Caribe han experimentado el mayor aumento. Muchos de los 20 acuerdos comerciales de EE. UU. son con países en desarrollo de esta región, que anteriormente gozaban de condiciones preferenciales, con tasas promedio por debajo del 0,5%. Esta tasa ha subido hasta 13%, lo que representa un aumento de 42 veces con respecto a la tasa inicial. Para los pequeños Estados insulares en desarrollo —muchos de ellos en el Caribe— las tasas medias ponderadas ya han aumentado cinco veces, pasando de 1,7% a 8,5%, y podrían aumentar hasta casi 10%.

New US tariffs weigh heavier for the Global South

Las economías vulnerables están entre las más expuestas a las nuevas medidas arancelarias de EE. UU. Algunos países menos adelantados podrían enfrentar aumentos de aranceles incluso mayores que los aplicados a China tras los ajustes del 14 de mayo de 2025.

Se prevé que docenas de economías vulnerables pierdan competitividad en el mercado estadounidense. Sus exportaciones suelen depender de una gama limitada de productos y de un número reducido de mercados. El aumento de las barreras comerciales podría perturbar estos flujos, dificultando el acceso al mercado norteamericano a los mercados y afectando la competitividad, especialmente en sectores clave para países vulnerables, como los textiles y la agricultura.

¿Qué debería cambiar?

Proteger a las economías más vulnerables de cargas arancelarias excesivas debe ser una prioridad. Estos países contribuyen de una manera marginal a la recaudación arancelaria de EE. UU y solamente en 0.3% al déficit comercial de este país.

Aún queda una ventana de oportunidad para que los responsables de políticas reconsideren los aranceles específicos por país – y así salvaguarden el desarrollo sostenible y eviten una mayor inestabilidad económica.